La isla de Fuerteventura cuenta con una variedad de lugares de interés a visitar, un espacio geográfico para experimentar de muchas maneras. Durante el verano, es la opción ideal para salir de los caminos trillados y hacer algo realmente diferente en las vacaciones, desde una excursión hasta un paseo a una playa remota.
Cuando se trata de explorar la belleza natural de una isla, no hay mejor forma que salir a conocerla de primera mano. El encuentro con hermosas playas, costas panorámicas, así como con amables lugareños que te hacen sentir como en casa. Uno de esos rincones mágicos es Isla de Lobos, un parque natural al que se accede en barco desde Corralejo, Fuerteventura, y en donde se albergan cientos de especies de plantas y una amplia diversidad de aves.
La ciudad portuaria de Corralejo es el punto de origen para empezar a explorar la isla. Desde allí se pueden planear excursiones de un día con su barco rumbo a algunos de los puntos más remotos. Poder ver parte de la fauna desde el ferry es una buena manera de acercarse. Es una parada casi obligatoria, en la que se puede disfrutar de interesantes formaciones rocosas. Un viaje en el que el principal recuerdo no es el del mar agitado, sino el de los constantes amaneceres y las gloriosas puestas de sol. La diversión en el agua y el contacto con la vida marina quedan capturados en hermosas fotografías.
Al fin y al cabo, pasearse por Isla de Lobos, las olas batiendo a los pies, es de lo más idílico que puede haber. Fuerteventura es un sitio excepcional, con un clima cálido del que resulta difícil olvidarse de sus maravillas. Es un destino que merece la pena.
Diversidad de actividades acuáticas
Además de la naturaleza, las costas de Fuerteventura se prestan para realizar un sinfín de actividades. Entre ellas, buceo, snorkel, pesca, kayak; puedes avistar de cetáceos y jugar con leones marinos en Puerto Castillo.
Si buscas la oportunidad de observar vida silvestre, la tienes tomando un viaje a bordo de un catamarán, en el que además podrás relajarte con comida y bebida, y vivir momentos únicos, divertidos, vibrantes, con los amigos, en embarcaciones realmente en óptimas condiciones de navegabilidad.
El mar es extraordinario. Es uno de los pocos lugares de la costa española donde se puede “nadar sin meterse en el agua”. Los peces son hermosos y muy coloridos, con impresionantes rayas azules y amarillas.
La isla es lo suficientemente grande como para pasar días explorando los diferentes caminos y viendo todas las playas, acantilados y las actividades que ofrece. Es una alternativa si se tiene preferencia por el senderismo y los paisajes remotos.
Fuerteventura, con sus aguas prístinas y sus playas de arena blanca, es una opción muy popular entre los veraneantes que buscan escapar del frío invierno europeo y tomar el sol bajo cielos tropicales.
Sin duda, merece la pena un viaje si quieres probar algo diferente. Definitivamente te gustará volver.